Suspiros cargados de añoranza...

Como una ráfaga de luz llegas a mi memoria y me confundes. Ya no recuerdo qué parte de lo que recuerdo es real. Ya no recuerdo los momentos de claridad donde logré ver tu cara de frente sin tanto maquillaje corrido por las lágrimas llenas de victimas.

A veces una canción, otras veces una decepción. A veces la falta de pasión y otras veces la añoranza de unos labios conocidos. Momentos que llegan de manera inesperada e inoportuna, que me arrastran sin pedir permiso a los tiempos en los que aquel rompecabezas estaba a medio terminar.

Quisiera poder enviarte mensajes telepáticos que te susurren al oído las historias y momentos que recuerdo con el corazón latiendo a punto de explotar. Quisiera poder traerte de vuelta en sueños que te dejen respirar conmigo este aire que me atormenta de tanto añorar.

Qué lástima que nunca pudiste ser la imagen de ti que creé en mis fantasías. Que lástima que insististe tanto en demostrarme que me enamoré mucho más de mi que de ti. Que lástima que nunca entenderás el dialecto de mis monólogos. Y que lástima que no pudo haber puntos medios después de tantos extremos.

Hoy te mando un suspiro a medio terminar... de esos que no sobreviven los miles de kilómetros que separan nuestra realidad.