Imagenes del camino...

sábado, 11 de julio de 2009

Destellos de la Imaginación

En un momento de oscio de fin de semana, rescaté una carpeta de archivos en mi computadora que albergó por mucho tiempo emociones del camino... Esas que escribes cuando estás a punto de estallar y que una vez verbalizadas, toman vida propia y te dejan respirar de nuevo.

Al leer uno de ellos en particular, mi memoria se trasladó al momento en el que mi desesperación me llevó a escribirlo, y recuerdo claramente lo atrapada que me sentía en mi situación de vida y cómo la salida se veía tan distante e imposible.

Hoy, puedo ver finalmente hacia atrás sin dolor y por el contrario, con gratitud, confianza y esperanza.

Es por esto que hoy quiero compartir con mi universo internauta esas emociones que en algún momento se sintieron dueñas de mi vida y hoy son tan solo un recuerdo... Porque a veces es imprescindible sentirnos atrapados en nuestras propias creaciones para luego luchar nuevamente por ver la luz y valorarla cuando finalmente la encontramos.

Y dice así.......



En qué momento la realidad se perdió de vista y dejó colar los destellos de la imaginación?

Cómo fue que me olvidé quién eras y te reencarné en mi fantasía?

Será que me hacía falta sentir esta ansiedad? Será que la paz perturba más que la búsqueda?

Hablar contigo es siempre un viaje al mundo desconocido de lo posible. Cualquier cosa puede suceder. Cualquier cosa se puede sentir.

Todo se cuela en la fantasía de sentirse eterno, inclusive cuando intentas con tanto esfuerzo no ser tu y disfrazarte de deseo y humildad.

El miedo y tu voz van de la mano. Los ataques imprevistos a mi inconsciente son un reto a las probabilidades del tiempo en que puedo mantenerme fuerte y estable.

Y aunque sólo quisiera convertirte en mi fantasía, las migajas de seguridad que siento a tu lado no tienen la fuerza de mantenerte viva. Y es por eso que sólo me queda dejarte ir.

He aprendido con el tiempo que cuando más me sientes más me empujas. He aprendido que no miras más allá de tu propia psicosis y que tu juego de ajedrez tiene sólo un rey.

Me enredo en tu telaraña sintiendo que no soy una mosca más porque creo que eres vegetariana... Hasta que inevitablemente me recuerdas que las arañas están siempre colgando debajo de su presa, saboreándola anticipadamente, mientras ella cree que encontró una cobija gruesa que la sostiene y la proteje.

A pesar de todo tengo que reconocer que mi ego ama tu narcisismo. Y cuando todo está en silencio, y la realidad se pierde de vista... se cuelan los destellos de la imaginación.


...


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